viernes, 17 de febrero de 2017

Sobre la Corrección Política y los Eufemismos.

Hoy mismo por pura casualidad leía un artículo de El Confidencial escrito por Juan Soto Ivars, nunca leo este periódico pero en él daba réplica interesante a la polémica desatada con las declaraciones de Laura Viñuela en las que explicaba como utilizaba letras de Joaquín Sabina en un taller para concienciar a chavales de tercero de la ESO sobre el feminismo. 

En este artículo Soto Ivars habla fugazmente sobre la lógica del pensamiento políticamente correcto y como se basa en la hipótesis de Sapir-Whorf que dice que toda lengua conlleva una visión específica de la realidad y que, por tanto, determina al pensamiento. Esta es una hipótesis sin demostración científica que además choca frontalmente con el principio lingüístico de que toda lengua es amoral y no sólo eso, también entremezcla erróneamente el término de "lengua" con el del "habla" culpando y queriendo modificar la lengua histórica por el uso concreto que da el usuario de la misma. 

Parafraseando a Eugenio del Río: «La extensión hoy de lo políticamente correcto se ha convertido en una enfermiza ocultación de la realidad a través del lenguaje eufemístico».

¡Y qué peligrosos son los eufemismos! Con ellos se desinforma, se oculta la realidad, se maquilla. ¿Y qué pasa cuando se pretende imponer el lenguaje políticamente correcto? simple y llanamente es un ataque a la libertad de expresión.

Sí, es un ataque a la libertad de expresión cuando se tacha de apología al machismo, al maltrato y el abuso a todo escritor, poeta, cantante, cómico, etc. que trata estos temas fuera de lo políticamente correcto. Es presuponer de forma equivocada, como Sapir-Whorf, que un pensamiento automáticamente lleva a una acción e incluso ir más allá asegurando que una expresión artística adoctrina irremediablemente con su contenido y por ello ha de ser censurado. 

miércoles, 1 de junio de 2016

London Calling II



Sentada en el sofá observo las motitas de polvo suspendidas en el aire. Se reflejan como miles de diminutos cristales flotantes en un pequeño rayo de sol y recuerdo, irremediablemente, esa escena en Big Fish cuando el personaje de Ewan McGregor ve por primera vez a la que se convertiría en su esposa; todo se detiene y él avanza hacia ella colándose entre aros circenses y apartando palomitas flotantes.

Con esta falsa percepción de atemporalidad siento que los músculos del cuerpo se me relajan, me arrellano en el sofá y dispongo a beber de ese rayo de sol moteado. Las partículas parece que me cosquillean la comisura de los labios y no puedo evitar una sonrisa de satisfacción. Hasta el silencio me acompaña; la lavadora hace tiempo terminó y sólo el sonido de mi propia respiración rompe la quietud. 

Londres pocas veces es esto asi que temo romper el hechizo al espachurrarme remolona en el tresillo. Por suerte, tras un leve crujido de muelles, todo vuelve a detenerse y es entonces cuando caigo en la cuenta que en apenas un mes celebro mi segundo aniversario en esta ciudad. Menuda paradoja, parece como si le hubieran dado al fast-forward del VHS en el momento en el que me bajaba del avion por primera vez y no hubieran cambiado al pause hasta ahora mismo. 

Y en el fondo soy consciente de que no es el caso, al menos no del todo. Entre el amasijo de recuerdos veo tardes perezosas y fines de semana en pijama. Tal vez sea por esa habilidad que tiene Londres de reinventarse, de hacerte sentir que no vives semana tras semana en la misma ciudad, de mantenerte alerta y poner a prueba tus reflejos. No te da un respiro, ni una palmadita en la espalda, no te lame las heridas ni te invita a una cerveza para que le cuentes tus penas. 

Londres te fagocita, te mastica los huesos y te regurgita. Londres es el abusica del patio del colegio, el jefe que enchufa a su primo y desprecia tu valor, es Varth Vader, el Coco, el Hombre del Saco y Freddy Krueger. 

Pero Londres es tambien la continua aventura, el autodescubrimiento, la infinidad de opciones, es el mundo hecho ciudad y la ciudad hecha mundo, Londres es el despertar del explorador, es la cotidianidad de maravillarte ante lo desconocido y cuestionar lo conocido. Londres es ser arrastrado de forma inexorable hacia delante y zarandeado en las ideas hasta que el cerebro te baila de lado a lado y hace espirales en la cabeza. 

Y con suerte llega ese momento, puede ser por la tarde mientras sorbes un cafe o de madrugada desvelado por la tele, sea cuando sea sientes el cosquilleo de que por fin le empiezas a ganar el pulso a la ciudad y sabe a victoria, huele a victoria pero no te acomodes. El viaje esta lleno de turbulencias y no hay amarre al que sostenerse. 

El viento se cuela por mi ventana y revoluciona las lánguidas motas de polvo creando una danza vertiginosa e imposible que ya no atisbo a contraluz. Alguien presiona el fast-forward y me catapulta de vuelta a la realidad. 

So long and thanks for all the fish. 




jueves, 9 de abril de 2015

London Calling





Londres, contrariamente a lo que se piensa, no es un amasijo de hierro, hormigón y ladrillo ni esos grandes edificios de elegantes fachadas y opulentas ornamentaciones.

Al menos no en su gran parte.

Londres es miles de millones de pequeñas y diminutas Londres. Y todas ellas volátiles y cambiantes. A medida que te alejas del centro la altura de los edificios va decreciendo, las calles se vuelven más estrechas y el verde... ¡oh, el verde comienza a asomar por todas partes!. Y no me malinterpretéis, el centro de Londres tiene maravillosos pulmones, pero nada que ver con la vida que, como bien dijera el doctor Ian Malcolm, se abre camino más allá. Aunque he de reconocer que para nosotros los Homo Sapiens Sapiens es una vida líquida y desarraigada; conozco casos de irlandeses que compraron su casa en un barrio porque allí era donde sus compatriotas estaban afincados y hoy en día, menos de diez años después, son los únicos blancos de su calle y, si me apuras, de la manzana. 

Apenas he conocido un puñado de personas que consideren Londres como su hogar, la mayoría son como aves migratorias con fantásticas historias de partes lejanas y no tan lejanas del mundo, de proyectos, ideas y devenires más allá del aquí y ahora. Esto es quizás una de las cosas que más me llaman la atención; como una ciudad de ensordecedor individualismo, de ritmo febbrile y feroz competitividad está plagada de soñadores. 

Londres te fagocita cual ameba, te sumerge en un estado de enajenación sin dar tiempo a la reflexión y, con eso y con todo, sigues soñando. Por un trabajo mejor, una casa mejor, un ocio mejor, hasta una alimentación mejor. Y creo que la clave precisamente está en el desarraigo y ese el ritmo vertiginoso. No te da tiempo sentarse cómodo y ver la vida pasar, Londres está siempre en movimiento y eso empuja a las personas a hacer lo mismo, muchas veces sin apenas miramientos. Aquí he conocido muchos soñadores ombliguistas y parece que la propia ciudad muchas veces te empuja para que te conviertas en eso. 

Dentro de las miles de Londres que existen esta es tan sólo una ellas que es tan subjetiva como mis propias vivencias en un espacio de poco más de medio año. Otras muchas Londres existen, tantas como comunidades conviven en ella porque si hay algo que distingue a esta ciudad es que, quizás por sus dimensiones y su abrumadora diversidad (algo que a mí me encanta), las personas tienden a buscar a sus semejantes para reafirmarse en su propia identidad.

Si vamos a Southwark encontraremos la mayor concentración de etnia negra de procedencia africana, especialmente de Nigeria y Ghana, en Croydon de etnia negra caribeña, especialmente de Jamaica. Lambert tiene la mayor concentración de población negra en general de Londres aunque también se encuentran importantes comunidades en Hackney, Greenwich y Enfield.

La población de etnia asiática también se divide por varias partes de la ciudad; Harrow tiene la mayor concentración de población procedente de India, Redbridge de Pakistán y Tower Hamlets de Bangladesh con importantes asentamientos en Bethnal Green y Whitechapel, especialmente alrededor de Brick Lane y la población de procedencia Japonesa se concentra mayoritariamente en el norte y el oeste de Londres. Con esto y con todo la zona con mayor población de etnia asiática de la cuidad en general está Newham.

¿Y por dónde andamos los españoles? Para empezar hoy en día por todas partes y no exagero pero las zonas que siempre han estado tradicionalmente ligadas a esta comunidad son la de Bristol y Notting Hill, especialmente en los alrededores de Portobello Road ya que allí se encuentra el colegio español Vicente Cañada Blanch.

No sólo según etnias se divide Londres, también según culto religioso. Con una predominante mayoría Cristiana (tan sólo en el centro, llamado la City, hay más de 50 iglesias), especialmente Anglicana Londres también da cobijo a otras religiones tales como el Islam, Hinduismo, Judaísmo con importantes comunidades en Stamford Hill y Golders Green o el Sijismo con el templo más grande de Europa en Southall. Llama la atención también el alto porcentaje de habitantes que no profesa religión alguna.

Para saber un poco más sobre este tema aquí dejo un par de enlaces para empezar;



Shakespeare en su obra "The Merry Wives of Windsor" acuñaba la frase "Why then the world's mine oyster/Which I with sword will open". Traducido libremente resultaría "El mundo es mi ostra, la cual yo con mi espada abriré". Shakespeare quería decir con esto que todo es posible, la voluntad es tu espada que debes blandir para llegar allí donde te lo propongas porque el mundo es tuyo y está a tu pies. Si Londres es casi que el mundo representado a pequeña escala no se me ocurre un nombre más apropiado para el abono transporte que Oyster Card, aunque eso signifique que mi espada sea la cartera y no veas a veces como cuesta desenfundar viendo las tarifas que se gastan.





domingo, 16 de noviembre de 2014



Yo soy el garabato que se enreda en tu barba y te dibuja una sonrisa,
Tú eres el soplo que me infla el corazón y me eleva en piruetas.

Tengo razones para quererte, no todas las conozco.

Yo soy el canto que a veces rompe la inercia de tu poza,
Tú eres el sosiego que esculpe la orogénesis de mi paisaje.

Para todos tus sueños tengo yo el impulso,
Así que vamos conquistemos la tierra bajo los pies
Y levantemos el polvo del camino.

Yo seré brújula en tus bifurcaciones,
Y tú compás en mis arrabales. 




domingo, 5 de octubre de 2014

Donde Todo Empieza

Me cuesta pensar en mí misma como una emigrante, se me antoja un término distante y extraño. Para mí sencillamente un día preparé mis maletas, coloqué un pie delante del otro y por supuesto mentiría si dijera que no miré atrás. 

Por ahora estos meses de distancia me han enseñado que las raíces no se arrancan, menuda tontería. Un árbol sin raíz muere. Lo que sucede es que encuentran un nuevo estado que no es ni sólido, ni líquido, ni gaseoso sino más bien chicloso. Se estiran, se estiran, se estiran y estás aquí, allí y en todas partes pero siempre, siempre donde todo empieza, que no tiene porqué ser el principio, ni siquiera un lugar o un recuerdo.

 A veces, las mejores veces, resulta que donde todo empieza y donde siempre retornarás son unos brazos que te estrujan al volver y un par de corazones valientes que llegan  allá a donde decidas ir, sin importar lo lejos que sea porque, por ti, al final también sus raíces se han hecho de chicle. 

Y esa es la mayor de las suertes. 


domingo, 16 de febrero de 2014

Screamin' Jay Hawkins



ROCKS, ROLLS! GRUNTS, GROANS! SHOUTS, SCREAMS!


Así de contundentes nos presenta Hood Doo Records al histriónico Screamin' Jay Hawkins en un estupenda reedición de su famoso "At Home With Screamin' Jay Hawkins" donde encontraremos además de los temas originales remasterizados, once canciones extra que van desde otros éxitos de este showman hasta versiones alternativas del mismo disco y un magnífico libreto.

Pero no estoy aquí para hablaros de un disco en concreto, ese tipo de análisis lo dejo para Sir Lolo VanHalen y su estupendo blog Yellow Sharks And Hot Rats For All , al que todos deberíais echar un vistazo si no lo habéis hecho ya, tampoco vengo a hablaros de mi libro como ya dijera Paco Umbral (os libráis porque no tengo ninguno). En lugar de eso vengo a hablaros del propio Hawkins ni más ni menos y, entenderéis, que dado su alto grado de excentricidad el tema dará para rato así que pónganse cómodos que empezamos.

Hawkins nació en Ohio en el año 1929 por pura casualidad, dicen que su madre viajó desde muy lejos sólo para dar a luz y entregarlo en adopción. A los 18 meses fue recogido por una familia de Pies Negros y parece ser que no tuvo demasiada suerte ya que en ocasiones contaba como su madre le solía decir "No eres bueno, hijo. Vas a ser como tu padre" y él, por supuesto, se empeñó en probarle cuanto se equivocaba "Ya lo verás, voy a ser alguien madre".

Con tan sólo seis años ya aprendía a tocar el piano y podía leer música, a los catorce comenzaba a tocar el saxofón y su vida se dividía entre el boxeo (llegó a ganar el Campeonato de los Golden Gloves en 1943) y el Conservatorio de Música de Ohio donde suspiraba por cumplir su deseo de estudiar ópera. 

Esta idea no le duró demasiado ya que como él mismo dijera "Ópera es lo que he querido hacer toda mi vida pero siendo pobre, negro y queriendo conseguir dinero rápido me di cuenta de que la ópera no era el camino para estar en las listas de venta". Por este motivo abandonó el Conservatorio y, mintiendo con respecto a su edad, entró en el Ejército de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial como miembro de los servicios especiales. Su labor era el entretenimiento de las tropas y todo parecía ir bien hasta que, según él mismo narra,  fue capturado en la isla de Saipan. Su lugar de aterrizaje fue por error en mitad de un campamento enemigo y no le dio tiempo a reaccionar. Muy duramente en entrevistas recordaba aquellos instantes.

"Antes de que nos pudiéramos quitar los arneses de los paracaídas ya estábamos en manos enemigas. Se ensañaron con nosotros, con los que sobrevivimos. Aquellos que no lo hicieron siento que fueron afortunados. Pasaron dieciocho meses hasta que fuimos rescatados".

De vuelta a Estados Unidos tras esta desafortunada experiencia, en 1983 se cambió su nombre artístico a Screamin' Jay Hawkins tal y como pasaría a la posteridad, en una entrevista declaró que el origen del mismo fueros las palabras de uno de sus frustrados profesores en Virginia que al parecer le solía decir que, ya no cantaba demasiado bien que al menos gritara. 

En 1952 empezó a trabajar como chófer del músico de Jazz Tiny Grimes para, tras haberse ganado su confianza, unirse a su banda "The Rockin' Highlanders" (¿quién no querría tocar en una banda con un nombre así?) como vocalista y pianista. Esta circunstancia permitió a Hawkins grabar su primera canción original "Why did you waste my time" y otras canciones de la banda para Atlantic Records. Por desgracia el compositor desarrolló una tensa relación con los ejecutivos de la discográfica y pronto, en 1954, decidió empezar a tocar el piano con Fats Domino  aunque, pronto vieron que sus estilos no eran compatibles y ello empujó a Hawkins a comenzar su carrera en solitario. 

Debutó en el distrito de Harlem, Nueva York y muy pronto comenzaría a dar espectáculos en Atlantic City, firmó un contrato con Okeh Records en 1955 y logró por fin grabar su primer gran éxito "I put a spell on you" aunque fue una versión bastante distinta a la que todos conocemos, más parecida a una balada sobre el desamor.

Arnold Maxime de Columbia Records escuchó la grabación de Okeh Records y dijo a Hawkins y músicos "Con un título así tiene que ser una canción inusual. Debe ser rara, tiene que incluso asustar. Así que... ¿Cómo lo hacemos? Mirad, ¿Qué hacéis cuando vais a un bar y os lo estáis pasando bien?" cuando uno de los músicos contestó "Estamos tan borrachos que no sabemos ni qué hacemos", él exclamó "¡Exacto!". Y en ese momento el bueno de Arnold se fue, dio instrucciones y media hora más tarde empezaron a llegar cajas y cajas de alcohol variado y cajas y cajas de pollo frito. La fiesta estaba servida.

"Yo no era el único allí. Si te fijas, se me escucha cantando pero hay una banda también, y todos y cada uno de los miembros estaban borrachos. ¡El hombre de Columbia Records Arnorld Maxim estaba borracho también! ¡Y el que estaba en la mesa de mezclas, masterizando y editando también!." - Screamin' Jay Hawkins

 Fue el popular disc jockey Alan Freed el que, inspirado por esta canción, contactó a Hawkins e inventó una serie de parafernalias on stage que más tarde fueron asociadas a la imagen del artista. Freed le pago una jugosa cantidad de dinero para que hiciera sus apariciones en el escenario dentro de un ataúd y aumentara su decoración e imágenes siniestras y , como su famoso bastón con una calavera fumadora, a la cual cariñosamente llamó Henry, huesos en la nariz, lanzas, escudos tribales...

Este tipo de propaganda pronto llamó la atención de la Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (National Association for the Advancement of Colored People NAACP)y hicieron público su disconformidad preocupados por que esa imagen pop con alusiones canibalistas se relacionana con la población afroamericana. En aquella época algunos de los conciertos de Hawkins fueron saboteados también por madres e incluso por la Asociación Nacional del Ataúd que lo acusaron de mofarse de los muertos. Con esto y cono todo sólo en Estados Unidos "I put a spell on you" vendía más de un millón de copias.

Para soportar las actuaciones (Hawkins reconoció sentirse algo asustado del ataúd y quemarse a menudo con las pirotecnias) desarrolló dependencia en el alcohol y las drogas y pronto, a principios de los 60, su popularidad decayó. Continúo actuando sobretodo en Europa (especialmente Gran Bretaña), Asia y las bases militares americanas. Se mudó a Hawaii donde llegó a regentar durante un tiempo su propio bar. 

Su influencia en artistas posteriores hizo que tuviera varios regresos al mundo de la música y el arte. En el tour de 1980 de los Rolling Stones fue el encargado de abrir el concierto en el Madison Square Garden, y  años más tarde el director Jim Jarmusch incluyó "I put a Spell of You" en la banda sonora de su película "Stranger than paradise" en 1984. Quizás su última gran aparición fue en la película "Perdita Durango" rodada en el año 1997 por Alex de la Iglesia.

Screamin' Jay Hawkins falleció el 12 de febrero del 2000 en Neuilly-sur-Seine, Francia. Estuvo casado la friolera de seis veces y se calcula que tiene alrededor de unos 57 hijos. Ahí es nada. 

domingo, 16 de diciembre de 2012

Hasta el techo de mi lecho hay un buen trecho






Tiendo a dejar que mi mente divague y encuentre tangentes por las que escaparse. Soy capaz de coser diálogos imaginarios tan inconexos que hasta yo misma pierdo el hilo, pero de eso se trata; de perder el norte, disfrutar de los arrabales de tu mente, de sumergirte en la nostalgia o en la fantasía, de vivir tu vida y otras muchas porque sólo en tu cabeza puedes frenar el tiempo, estirarlo, retorcerlo y jugar con él como si fuera un chicle Boomer, puedes reirte de las leyes de la física, montarte tu propio País de Nunca Jamás, luchar contra Mothra, tener esa conversación que está pendiente desde hace años o ese viaje que aquel año no pudiste hacer, ponerte la escafandra para pisar la luna o darle a la plaqueta en esa película, sí, ya sabes en cual. 

En el mundo de lo inmediato y lo tangible parece que aquello que forma parte de la imaginación y la vigilia no tiene uso ni beneficio, yo sin embargo os invito a probarlo que para colmo es gratis y no necesita prescripción médica.